INTRODUCCIÓN

Las exigencias de una sociedad globalizada y virtual, a transformado la escuela, abriendo paso a la creación de estrategias para conseguir que los nativos virtuales (los que nacieron en la era tecnológica) e inmigrantes virtuales (los que nacieron antes de esta era y se adecuaron a ella), encuentren en dicho establecimiento, un adecuado espacio para suplir sus necesidades.
Este blog presenta una variedad de herramientas didácticas, para trabajar el tema de las actividades económicas en el departamento de Antioquia, para fomentar en los niños aprendizajes significativos, construyendo en ellos un sentido de pertenencia por esta región.

jueves, 22 de marzo de 2012

ANTIOQUIA LA GRANDE


ANTIOQUIA LA GRANDE 

Por Héctor José Corredor Cuervo
Edén de grandes ensueños, de leyendas, de bonanzade labriegos generosos con tiple, carriel y ruanaque cultivan ilusiones en cafetos de labranzapara cosechar los sueños con una cultura sana.Por caminos y veredas se descuelgan  silleteros,cargados de esperanza, en macetas de mil colores,las que muestran  tradiciones heredadas de arrierosquienes talaron montaña  y la cubrieron con flores.El trabajo es gran  virtud que desde niño se aprendepara disfrutar en vida las mieles de la fortunay enseñar al universo que lo paisa es diferenteporque el dinero se aprende a ganar desde la cuna.Sus mujeres son hermosas como flores de jardines,de donde se extrae el néctar para apacible colmena,las cuales dan su dulzura a los  tozudos paladinesque luchan por la familia, por la  raza y por la tierra.Antioquia es un paraíso de incomparable bellezaque  ofrece la amistad con un abrazo de terciopeloa quien quiera visitarla y gozar de su franquezabajo la lluvia del maná que cae a diario del cielo.¡Oh! que bello es ser  paisa con el ánimo de maiceroque no le teme a huracanes ni a  espinas del camino por tener a un Dios presente y  un  lucero mañaneroque ofrecen lumbre temprano en la ruta del destino. 


6 comentarios:

  1. AL PUEBLO ANTIOQUEÑO

    Por Coronel Héctor José Corredor Cuervo

    Pueblo noble, andariego y orgulloso de una raza,
    descendiente de pioneros que talaron la montaña,
    de arrieros incansables de tiple, carriel y ruana
    que llevan dentro del alma la blancura de la garza.

    Almácigo de industriales soñadores de progreso
    que dan siempre paso firme para lograr desarrollo,
    sin trancarse en pequeñeces o quedarse en un embrollo
    hacen de la Patria grande sin pensar en el receso.

    Semillero de poetas soñadores del amor,
    de la unión y de la paz, con sentido de la hermandad,
    que llevan dentro de sí la pasión de la libertad
    de campesinos honestos lacerados de dolor.

    Germinador de los héroes de magna independencia
    que entregaron la vida por la libertad de la América
    al romper las crueles cadenas de una opresión maléfica
    dejando nuestra heredad sin la temible dependencia.

    Estirpe de los gobernantes, honestos y honorables,
    cual fieles representantes en Estado de Derecho,
    que contienen la corrupción y grandes acciones de hecho
    de aquellos ciudadanos en la Patria indeseables.

    Semillero de los artistas que admira el mundo entero,
    que son el símbolo de gloria y de la tierra grandeza,
    por demostrar en sus obras la fuerza y la belleza
    como Arenas Betancourt y el gran Maestro Botero.

    Pueblo constante en los fines y de tesón en su empeño
    que siembra esperanza en valles y también en cordillera,
    para que germine la paz, en el surco, en la pradera,
    manifestando su orgullo de ser de cepa antioqueño.





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  2. A MEDELLÍN
    Por coronel Héctor José Corredor Cuervo

    Bella ciudad de luz y fantasía
    arropada con sol de primavera,
    donde siempre se siente la ardentía
    de una raza incansable y altanera.

    En sus calles pasea la alegría
    revestida de bella chapolera,
    que calma en cafetales la agonía
    con amor e ilusión de compañera.

    En sus ferias de modas y de flores
    vuelan los ideales cual palomas
    en canciones de natos trovadores.

    Sus mujeres y nobles silleteros
    llenan aires con míticos aromas
    entre lampos de luna y de luceros.





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  3. LOS SILLETEROS

    Por coronel Héctor José Corredor Cuervo


    Antioqueños honorables, retoños de labradores
    que de Santa Helena bajan a la feria de las flores,
    pletóricos de esperanzas y con grandes ilusiones
    añorando vuelva al campo la sonrisa y las canciones.

    En ramilletes traen rosas, orquídeas y dalias,
    amapolas, agapantos, pensamientos, astromelias,
    petunias, flores de mayo, tulipanes, girasoles,
    campanillas, siempre vivas y flores de mil colores.

    Sus macetas las adornan con gardenias, crisantemos,
    geranios, cartuchos, gladiolos, con tonos policromos,
    para llevar el mensaje de un pueblo de gran nobleza
    que trabaja por su tierra con constancia y sin pereza.

    A su paso dejan el aire impregnado con olores
    de orquídeas de jazmines, de novios, de mil amores;
    de nardos, lirios, magnolias y de blancos azahares
    que el Gran Señor los procrea para perfumar altares.

    Quiera Dios que en esta Patria de la “eterna primavera”
    vuelva a ser el paraíso que todo el mundo quisiera,
    que florezca siempre el amor y se acabe la indolencia
    para que anden silleteros tranquilos y sin violencia.








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  4. Estimados amigos : Gracias infinitas por la publicación de mi poema ANTIOQUIA LA GRANDE al comenzar esta pagina. Como este es un poema con métrica y rima me encantaría se colocaran los versos y las estrofas separadas y en orden.

    ANTIOQUIA LA GRANDE

    Por coronel Héctor José Corredor Cuervo

    Edén de grandes ensueños, de leyendas, de bonanza,
    de labriegos generosos con tiple, carriel y ruana
    que cultivan ilusiones en cafetos de labranza
    para cosechar los sueños con una cultura sana.

    Por caminos y veredas se descuelgan silleteros
    cargados con esperanza, en macetas de mil colores,
    las que revelan tradiciones heredadas de arrieros
    quienes talaron montañas y las cubrieron con flores.

    El trabajo es la gran virtud que desde niño se aprende
    para disfrutar en vida las mieles de la fortuna
    y enseñar al universo que lo paisa es diferente
    porque el dinero se gana con tesón desde la cuna.

    Sus mujeres son hermosas como flores de jardines
    de donde se extrae el néctar para apacible colmena,
    las cuales dan su dulzura a tozudos paladines
    que luchan por la familia, por la raza y por la tierra.

    Antioquia es un paraíso de incomparable belleza
    que ofrece la amistad con un abrazo de terciopelo,
    a quien desee visitarla y gozar de su franqueza
    bajo la lluvia del maná que cae a diario del cielo.

    ¡Oh, qué bello es ser paisa con el ánimo de maicero,
    que no teme a huracanes ni a espinas del camino,
    por tener a un Dios presente y un lucero mañanero
    que ofrece su lumbre temprano en la ruta del destino!








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  5. A URRAO

    Por coronel Héctor José Corredor Cuervo

    Bajo nubes cual copos de algodón
    entre el verdor de mágica montaña,
    está un pueblo con garra e ilusión
    que cultiva la paz sin la cizaña.

    En escuelas se sienten alaridos
    de polluelos en plena libertad,
    que perciben el amparo en sus nidos
    con caricias de amor y de hermandad.

    Las aguas que inventaron su camino
    bañan el valle con río prodigioso,
    que da fertilidad en suelo andino
    al gran edén con sol maravilloso.

    En el campo se siente la fragancia
    de flores en eterna primavera
    y en cultivos se palpa la abundancia
    de ilusiones en almas sin frontera.

    Por caminos aún transitan sueños
    de arrieros que forjaron la grandeza,
    tras las mulas cual puros antioqueños
    que humillaron el hambre y la pereza.

    ¡Oh, pueblo hermoso de sin par belleza,
    de visceral cariño en floración!
    Yo quisiera irradiara la franqueza
    para inundar el alma de nación.


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  6. FESTIVAL DE LA ARRIERÍA

    Por coronel Héctor José Corredor Cuervo

    En esta tierra tan bella
    tapizada de recuerdos
    se celebra una gran fiesta
    en homenaje de ancestros,
    que talaron la montaña
    y recorrieron senderos
    trabajando con las mulas
    como modestos arrieros.

    El cielo está engalanado
    con sus mejores atuendos
    para recibir novatos
    que sueñan con ser los diestros,
    en las faenas del campo
    usando lazos y rejos
    para sostener las cargas
    o llevar madera lejos.

    Las mulas están alegres
    en corrales y en potreros
    esperando a los osados
    que atiborrados de anhelos,
    vienen a seguir los pasos
    de los valientes abuelos
    que lograron el prestigio
    con esfuerzo y con desvelos.

    Hoy se venden en las tiendas
    los carrieles, las muleras,
    los machetes con su vaina,
    los dados y la barbera;
    la yesca con los tabacos,
    los hilos, la agujetera,
    para remendar los sacos
    en aprietos sin espera.


    La herrería esta provista
    con clavos, con escofina
    para proteger los cascos
    con una platina fina
    y así evitar los fracasos
    en una región andina
    donde caminos son malos
    y la maraña es dañina.

    En haciendas ya están listas
    las enjalmas y las cargas,
    las comidas preparadas
    para las jornadas largas,
    en caminos sin las fondas
    y en situaciones amargas
    donde hay espinas benditas
    que aguijonean las almas.

    Mañana será otro día
    después de la gran hazaña
    cuando brille la alegría
    al dominar la montaña.
    Se recibirán diplomas
    como experto en sobrecargas,
    en aparejos y en mulas
    y en condiciones amargas.

    !Oh, qué bello es ser arriero
    de grandiosa raza humana
    que colma todo el sendero
    de alegría americana,
    cual lucero mañanero
    que aparece en la alborada
    y que da lumbre primero
    a esta Patria colombiana!









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